jueves, 28 de abril de 2016

Evaluando mi texto académico

Evaluando mi texto académico

Aspectos y características que permiten desarrollar la escritura con relación a las acciones que se realizaron  en el trayecto de la elaboración y características del texto.
Aspecto
SI
¿Cómo lo desarrolle?
NO
¿Qué debo hacer?
Planificación y lectura exploratoria
¿Pensé en quién va a leer mi texto?
X
Basado en un tema abierto para el público en general y leyendo  sustraje las ideas principales.
¿Tengo suficientes conocimientos del tema?
X
Realice una investigación con otras fuentes de información del internet  para profundizar en el tema y lograr fundamentar las teorías e hipótesis escritas con su argumentación.
¿Es claro el objetivo del texto?
X
Leí detenidamente y extraje las ideas importantes captando el objetivo de la lectura.
¿Hice una investigación previa del tema?
X
Todas Las investigaciones las realice antes de escribir sacando lo más importante  y así aclare mis dudas acerca de mi tema.


¿Recurrí a fuentes académicas y sitios propios de la disciplina?
X
Páginas en internet y videos.
¿Organicé la información obtenida de mis búsquedas?
X
Primero  busque información que me ayude a enriquecer y fundamentar  mi texto, posteriormente organizarlo en base a notas de lo más sobresaliente sin olvidar hacer mención sobre los temas que completan la información.
Proceso de escritura
¿La información que recopilé, fue suficiente para comenzar
a escribir mi texto?
X
Si, al organizar  las notas me dio pauta para iniciar  una estructura del  texto al que quiero que conozcan.
¿Generé ideas del tema previamente?
X
En la lectura exploratoria, me dio pauta para imaginar y saber si tengo dudas;  cuales son y disiparlas en una investigación que realice para completar el tema.
¿El título de mi texto, refleja con claridad el tema a tratar?
X
El título hace mención he invita a leer por curiosidad
¿Organicé de manera clara y ordenada el texto, los párrafos
y las oraciones?
X
Apoyándome en  ejercicios anteriores desarrolle, explique, fundamente y agregue direcciones de  páginas donde realice mis consultas.
¿Dentro de mi texto, están bien conectados los párrafos
entre sí?
X
Con signos de puntuación y dando seguimiento al texto  y terminando las ideas que se desean dar a entender tiene continuidad mi texto.
¿Los términos utilizados precisan bien los conceptos a los  que refiero?
X
Las palabras utilizadas y  conceptos son sencillos y cotidianos, para facilitar el entendimiento del texto.
Después de la escritura y revisión
¿Efectué una revisión al finalizar el texto? ¿Hice ajustes posteriormente?
X
Si, al terminar el texto di lectura y realice algún cambio  dentro de algún párrafo de manera paulatina para dar hincapié a alguna idea y énfasis en algún término.
¿Tuve en cuenta que revisar consiste en suprimir y también
en añadir; en sustituir y en desplazar; en reforzar una idea;
en distribuir y en reorganizar palabras, frases o fragmentos
del texto?
X
Primero  leí la información, después redacte y volví a realizar lo mismo hasta darle estructura y claridad  y fácil entendimiento a mi texto.
Así mismo en el trayecto de la escritura toda vía tuve que realizar consultas para aclarar más acerca del tema.


De forma breve, anota cuál es el estado de tu escrito, qué has determinado hacer y si has elegido algún tipo de texto académico en caso de su reelaboración.

Mi escrito lo considero con  estructura y contenido bueno y apropiado, en la revisión  le di formato y me pregunte  si cumplía con mi objetivo el cual es hablar de manera general adentrándome  poco a poco en el tema y considero que así es además no es un escrito extenso para no cansar al lector, pero toca los puntos fundamentales del estudio. Sin embargo analizando el material de la última unidad donde me señala cual es la estructura ideal de un texto académico y sus elementos que puedo incorporar al mismo, me doy cuenta que entre más leo y aprendo, puedo mejorar sustancialmente la calidad de mi redacción en contenido y forma.

Eric Curiel

martes, 26 de abril de 2016

El Lado Oscuro del Universo

El Lado Oscuro del Universo



 Hago notar puntos relevantes mencionados en el texto publicado en 2003 acerca del lado oscuro del universo, donde se  menciona acerca de cómo fue la creación del universo, como se ha ido estudiando a través del tiempo, las creencias que se tienen acerca de los descubrimientos revelados en cuanto a algunos aspectos del mismo y algo muy importante; el futuro del mismo.

¿Cómo llegamos a la actualidad? Interesante pregunta si nos ponemos a pensar que hubo antes de nosotros, y mucho mas  atrás y antes de todo eso. Bien sabemos que fuimos concebidos por nuestros padres, que científicamente nuestras raíces provienen del mono, según la religión que provenimos de Adán y Eva, pero sin embargo previamente a todas estas teorías hubo un principio.

El momento en el que se crea el universo, su nacimiento, es el principio de una historia y  la que todos nosotros estamos escribiendo en ella, somos participes en tiempo y forma. A través de los años se han hecho estudios de las causas, de cómo se ha desarrollado el universo, de cuál es su edad, hasta preguntas como cuándo va a morir, investigaciones que se complementan unas con otras, que sustituyen teorías, un sinfín y complejo mundo es el estudio del universo el cual también tiene un lado oscuro.

Si bien Hubble en 1029 indujo a los estudios de la teoría del big bang, en 1965 Arno Penzias y Robert Wilson detectaron lo que hoy conocemos como radiación de fondo, así también años después se supuso la teoría de la inflación y se dictamino como en cuestión de segundo el universo se formó.

El 15 de Octubre de 1998 el telescopio Keck II detectó la explosión de una supernova la cual se confirmó días después del descubrimiento había hecho explosión hacia miles de millones de años, las supernovas son hoy en día una de las unidades de medida cosmológicas más utilizadas para medir la distancia entre galaxias.


Estas teorías en cuanto al futuro de universo han cambiado, de un big bang a la inversa a algo tan sencillo como el hecho de que el universo seguirá expandiéndose tanto hasta llegar al grado de desaparecer por completo. Basado en los principios de lo que se conoce como energía oscura,  a ciencia cierta no se sabe que es, pero de la cual se tienen suposiciones como son; constante cosmológica que es una propiedad intrínseca del espacio la cual revela que no se puede extraer toda la materia del espacio ya que siempre deberá quedar dentro del mismo la energía que no se puede extraer.  La otra teoría corresponde a que este tipo de energía puede venir de un nuevo campo al cual los científicos llaman quintaesencia la cual acelera la expansión del universo menos que la constante cosmológica produciendo una repulsión gravitacional. Ambas teorías se basan sobre una premisa, el fin del universo. El cual tiene teorías diversas en las cuales en ninguna de ellas vamos a figurar ya que antes de que esto suceda, mucho antes la tierra habrá desaparecido o por lo menos dejado de propiciar la vida.

Para concluir
Es interesante leer acerca del universo es de mi curiosidad acerca de conocer el lugar en el que vivimos, de donde provenimos, a donde se dirige, y que va a hacer de este lugar, así como la evolución del ser humano.
Me pregunta de alguna manera:
Dime con que intensidad brilla y te diré a qué la lejos esta
Cuando no podemos acercarnos a un objeto luminoso (¡o no nos atrevemos!), es posible obtener mucha información analizando su luz. La suposición más sencilla es ésta: si brilla mucho, está cerca; si brilla poco, está lejos. Pero la cosa no es tan simple: ¿qué tal si está lejos, pero su brillo intrínseco es altísimo? La luminosidad aparente de semejante objeto podría ser mayor que la de otro que está más cerca pero es más tenue, y concluiríamos erróneamente que el primero es el más cercano. En aquel campamento, y apremiados por el miedo, nuestros cerebros optaron instintivamente por la solución simple: suponiendo que la linterna de nuestros visitantes tenía el mismo brillo intrínseco que las nuestras, lo tenue de la lucecita misteriosa nos daba una idea de la distancia. Desde luego, todo esto lo hicimos automáticamente, igual que calculamos sin saber física, cuánto impulso imprimirles a las piernas para saltar de un lado al otro de un arroyo.
Está escrito en el cielo
Usando el primer patrón de luminosidad que sirvió para medir distancias intergalácticas (las estrellas de brillo variable conocidas como cefeidas) el astrónomo estadounidense Edwin Hubble calculó en 1929 las distancias de alrededor de 90 “nebulosas espirales”, como se llamaba en esa época a lo que hoy conocemos como galaxias. Luego comparó sus datos con los estudios de velocidad de las galaxias, que habían hecho otros astrónomos.

El Cerebro Adicto

El cerebro adicto

Poco tiempo atrás la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy es enfermedad y tiene tratamiento o mejor dicho desintoxicación. La mayoría conocemos algún caso de adicción: adictos al alcohol, al tabaco, a medicamentos legales o a drogas ilícitas. La adicción puede variar, pero la respuesta conductual es similar, ya que todas estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones.
De igual manera se estas otras como enfermedades crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia sabiendo los daños que ocasiona. Al igual que otras enfermedades como diabetes, adicción se puede tratar, y aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración de la vida, aunque fuera en una calidad de vida con limitaciones y buenos manejos de alimentación así como de igual manera horas de sueño adecuadas, con descansos y distracciones adecuadas.
Otro punto de vista
La ciencia inicia el estudio de la conducta adictiva en los años de 1930 se pensaba que las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían una moralidad deficiente y carecían de fuerza de voluntad. Estas ideas cambiaron la ideología de la sociedad al abuso de drogas. Se le consideraba un problema moral y no de salud. Así, en lugar de diseñar acciones preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se señalaba a los adictos. A raíz de importantes descubrimientos que empezaron en la última década del siglo pasado, se ha ido transformando nuestra comprensión de las adicciones y la imagen del adicto. En entrevista con ¿Cómo ves? la doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente Muñiz" (INPRF), narra lo que propició este cambio de visión. La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", señala la doctora Medina Mora, agregando que éste fue un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad. La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de ese órgano.
Efectos de algunas sustancias
Nicotina. Estimulante que se encuentra en cigarros y otras formas de tabaco. Es muy adictiva y al fumarse eleva el riesgo de cáncer, enfisema, trastornos bronquiales y problemas cardiovasculares.

Alcohol. Su consumo puede dañar el cerebro y la mayoría de los órganos. Las áreas cerebrales especialmente vulnerables a esta droga son la corteza cerebral (funciones ejecutivas), el hipocampo (memoria y aprendizaje) y el cerebelo (coordinación de movimientos). Mariguana. Puede dañar la memoria y el aprendizaje de corto plazo, la capacidad de concentración y la coordinación. Aumenta el ritmo cardiaco y puede perjudicar los pulmones, así como elevar el riesgo de desarrollar psicosis en personas vulnerables.
Inhalables. Sustancias volátiles que se encuentran en muchos productos caseros, como pinturas, pegamentos y algunos aerosoles. Son extremadamente tóxicos y pueden dañar el corazón, los riñones, los pulmones y el cerebro.
Cocaína. Estimulante que por la brevedad de sus efectos se suele consumir varias veces en una sola sesión. Puede provocar graves consecuencias médicas relacionadas con el corazón y los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.

Fuente: National Institute on Drug Abuse
Enfermedad crónica
"La adicción es una enfermedad que progresa por etapas", puntualiza en entrevista el doctor Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA. Baler explica que en la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia. He aquí algunos signos que sugieren adicción: consumir la droga de manera regular, imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se tiene, extralimitarse para obtener droga (incluso robar) y sentir que se necesita la droga para funcionar cotidianamente.
Cuando se abusa de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como el tallo cerebral, que controla el ritmo cardiaco, la respiración y el sueño; la corteza cerebral, que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones, y el sistema límbico, donde se aloja el llamado circuito de recompensa del cerebro. Dicho sistema motiva al individuo a repetir conductas necesarias para la supervivencia y la reproducción como alimentarse y tener sexo.
Al ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal. Recordemos que las células nerviosas se comunican por medio de sustancias químicas llamadas neurotransmisores que llevan mensajes entre ellas. Una neurona libera el neurotransmisor, que cruza un espacio interneuronal, conocido como sinapsis, y se adhiere a un receptor (una proteína) en otra neurona. Neurotransmisor y receptor embonan como una llave en una cerradura.

La estructura química de drogas como la mariguana y la heroína es tan similar a la de un neurotransmisor natural, que los receptores las aceptan como si fueran el neurotransmisor. Otras drogas, como las anfetaminas y la cocaína, hacen que se produzca una cantidad excesiva de neurotransmisores naturales o evitan que el organismo recicle el exceso de estas sustancias. En consecuencia, el mensaje interneuronal se intensifica, impidiendo una comunicación adecuada.
La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. "El cerebro está condicionado a repetir conductas que permiten la supervivencia y las drogas actúan produciendo una activación mucho mayor de la que ocurre en las situaciones naturales de recompensa", explica la doctora Medina Mora. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas" de dopamina que se producen al consumir una droga, y lo hace reduciendo su producción natural, o bien disminuyendo la cantidad de receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión. "Cuando el cerebro comienza a adaptarse a altos niveles de dopamina, el individuo tiene que usar más y más droga para obtener el mismo efecto", añade Rubén Baler. Es decir, se desarrolla tolerancia a la droga. En el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas, insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte.
Ciertas investigaciones muestran que la tolerancia a las drogas puede generar cambios muy profundos en las neuronas y en los circuitos cerebrales, con efectos que pueden ser graves. Por ejemplo, si el abuso de drogas altera la concentración óptima de un neurotransmisor llamado glutamato, que participa tanto en el circuito de la recompensa como en la capacidad de aprender, el cerebro intentará compensar el cambio dañando en ocasiones la función cognitiva. Igualmente, el abuso de sustancias a largo plazo suele provocar condicionamiento: ciertos factores ambientales se empiezan a asociar con la experiencia de la droga y provocan un deseo incontrolable de consumirla.
Este condicionamiento es tan fuerte que la adicción puede resurgir incluso tras muchos años de abstinencia.
En palabras de Baler: "El cuerpo es uno, y lo que vemos como dependencia psicológica es una manifestación de los cambios en el cerebro, que intenta adaptarse y manejar niveles anormales de neurotransmisores". El consumo crónico de drogas deteriora el autocontrol y la capacidad de tomar decisiones adecuadas. Según Baler estas adaptaciones del cerebro a las sustancias llevan al ansia incontrolable de utilizarlas aunque el individuo sepa que tienen consecuencias catastróficas.



Biología y ambiente
Como todo lo que influye en nuestra salud física y mental, la propensión a las adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores ambientales, sociales, culturales, dietéticos. Todo tipo de factores que no entran en el biológico", señala Baler y agrega que no existen personas sin riesgo genético absoluto. "No se trata de uno o cuatro genes que sean malos". Tenemos miles de genes. A fin de cuentas, el que se manifieste el comportamiento adictivo dependerá tanto de lo genético como del entorno. Así, incluso si un individuo tuviera genes que propician el comportamiento adictivo, si en su entorno no se usan drogas o si su comunidad de compañeros y amigos no las consume, será muy improbable que el individuo desarrolle adicción simplemente porque hay una interacción positiva y robusta entre la parte biológica y la parte ambiental.

Con todo, Baler indica que algunas personas pueden definirse como más vulnerables, pues tienen un riesgo mayor de desarrollar una conducta de abuso de sustancias; son las personas proclives a conductas de riesgo o a la búsqueda de novedades.

Principales factores de riesgo
•Conducta agresiva temprana, •Habilidades sociales deficientes, •Ausencia de supervisión paterna, •Compañeros/amigos que abusan de sustancias, •Disponibilidad de la droga,  •Pobreza …
y de protección ,  •Autocontrol,  •Relaciones positivas, •Supervisión y apoyo paterno,  •Información, •Políticas contra el uso de drogas, •Cohesión comunitaria,
Fuente: National Institute on Drug Abuse
Dependencia física
Según María Elena Medina Mora hay sustancias que por sí mismas son muy adictivas; por ejemplo, la heroína. Desde que se usa por primera vez provoca una modificación estructural del cerebro. Otras sustancias adictivas como el alcohol, el tabaco y la benzodiazepina (medicamento psicotrópico que actúa sobre el sistema nervioso central) producen dependencia muy rápido en las personas propensas.
Para que se desarrolle una adicción importa igual lo adictiva que sea la droga, su disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad. La directora del INPRF señala que el riesgo se puede medir en un laboratorio con modelos animales. Por ejemplo, una rata de laboratorio es capaz de preferir la cocaína al alimento hasta la muerte, pero esto no sucede con la nicotina. Sin embargo, entre los humanos hay tres veces más adictos a la nicotina que a la cocaína y esto tiene que ver con que la nicotina es más fácil de adquirir y su consumo es más aceptado por la sociedad. En el caso del alcohol, otra droga de fácil acceso y con amplia aceptación social, entre el 10 y el 15% de las personas que beben desarrollan la dependencia. Uno de sus principales síntomas es el aumento de la tolerancia; es decir, se necesita beber más para experimentar los efectos deseados. La tolerancia se desarrolla muy rápido.
La primera vez que bebemos el efecto es fuerte. Luego crece la tolerancia y aunque mucha gente controla su uso, ese control se pierde en los adictos.

Con los adolescentes, factor de riesgo.
"La parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la conducta se desarrolla hasta los veintitantos años", explica la doctora Medina Mora. Como los adolescentes suelen tomar sus decisiones a partir de las emociones y no del juicio y el raciocinio, es más probable que abusen de las sustancias. El problema principal es que en esa etapa de desarrollo el cerebro es mucho más vulnerable. "La adolescencia es una época en la que se están desarrollando todas las conexiones y exponer el cerebro a las drogas a esa edad tiene consecuencias mucho más dañinas", indica la especialista. Los daños que causa la mariguana en el cerebro pueden ser reversibles en las personas que la empiezan a consumir en la edad adulta, pero no hay evidencia de que lo sean cuando el abuso comienza en la adolescencia. Las investigaciones sugieren que en este caso las consecuencias duran mucho más. "Al reunir a todas las personas que han estado expuestas una o más veces al uso de sustancias, controlando todas las demás variables, hemos encontrado que quienes desarrollan dependencia generalmente comenzaron a usar drogas dos años antes que aquellos que no la desarrollaron. Y aunque el punto de corte son los 17 años, para el caso de la mariguana tenemos el riesgo incrementado hasta los 26 años". Esto significa, según la especialista, que los adolescentes no deben ni beber, ni fumar, ni usar otras drogas "y que tenemos que trabajar con todas las políticas públicas que nos ayuden a protegerlos".
En cuanto a los usos medicinales de la mariguana la doctora Medina Mora señala: "Todo este asunto de la mariguana medicinal realmente confunde a los jóvenes". Si bien anteriormente pudieron exagerarse los daños que provoca, esto no significa que sea una droga inocua. Asimismo, es un error pensar que, por ser un producto natural, no hace daño. "La heroína y el opio también provienen de productos naturales y causan una dependencia terrible". Además, es un riesgo que ocurra con ella lo mismo que con algunos medicamentos para aliviar el dolor, que pueden causar fuertes dependencias y son actualmente el principal problema de abuso de sustancias en Estados Unidos. En ambos casos, manejados correctamente cumplen su función, pero si se hace incorrectamente, pueden ser muy peligrosos.

Adicción sin sustancia
Un descubrimiento, realizado por investigadores del Scripps Research Institute de California en estudios con animales, en 2010, sugiere que los mismos mecanismos cerebrales que participan en la adicción a las drogas aparecen en la compulsión de comer y el consecuente desarrollo de la obesidad. En ambos casos el exceso puede provocar una descompensación en el circuito de recompensa; en los comedores compulsivos, los impulsa a buscar alimentos ricos en grasas. Esta similitud hace pensar que muchas de las compulsiones, o conductas adictivas humanas (por ejemplo, adicción al sexo y a los juegos de azar) podrían tener relación con desequilibrios de dopamina o de otros neurotransmisores. Así, aunque en principio estas conductas no sean adictivas, pueden llevar a la adicción.

Problemas mentales y vulnerabilidad
Otro grupo de riesgo está formado por las personas que tienen algún tipo de padecimiento mental, como bipolaridad o esquizofrenia. "Sabemos que existe un gran porcentaje de comorbilidad (es decir, de presencia de dos trastornos simultáneos: la adicción y una enfermedad mental)", dice Rubén Baler. Aproximadamente 60% de las personas con problemas de abuso de sustancias tienen también una enfermedad psiquiátrica.
La doctora Medina Mora ilustra con el caso de un niño con problemas de ansiedad; por ejemplo, las fobias que surgen más o menos a los siete años. Si este niño llega a la edad adulta sin encontrarse con las drogas o con el alcohol, probablemente ya para entonces podrá resolver su problema. No obstante, si en su adolescencia prueba el alcohol y descubre que éste reduce la ansiedad, confundirá ese efecto con la solución de sus problemas y será mayor el riesgo de que desarrolle dependencia. Ya adulto seguirá teniendo el problema de la ansiedad y además una adicción. Es importante identificar lo más pronto posible a la gente que padece enfermedades psiquiátricas o, en general, que es más vulnerable a caer en adicciones.

El uso de drogas como la mariguana en edades tempranas aumenta el riesgo de depresión. Algo similar sucede con la esquizofrenia, cuyo riesgo aumenta entre una y siete veces en quienes empezaron a fumar mariguana antes de los 25 años.

Consecuencias conductuales, familiares y sociales
Todas las adicciones pueden tener graves consecuencias para la salud y las relaciones humanas y, por tanto, para el bienestar personal, familiar y social. Este trastorno afecta varios circuitos cerebrales. "No solamente el circuito que calcula la recompensa", dice Rubén Baler, "sino también los relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones; son varios circuitos. Todos interactúan entre sí y muestran una disfunción en el adicto". Asimismo, dependiendo de la sustancia y del tiempo que se haya empleado, los efectos sobre la salud pueden ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer, al desarrollo de trastornos mentales irreversibles.

Siendo adicto se corre también el riesgo de sufrir o infligir a otras personas algún daño no intencional, o de incurrir en actos de violencia o delitos por influencia de las drogas o de la abstinencia. La doctora Medina Mora señala que "las drogas también son un problema social con muchas facetas porque tener un adicto en la familia la modifica, afecta su calidad de vida y tiene un impacto emocional, económico y social". Por esta razón se buscan enfoques de tratamiento que permitan a las personas con adicción abandonar la sustancia, pero al mismo tiempo que modifiquen, desde el aspecto bioquímico y conductual, las causas que provocan y agravan su adicción. Para que un tratamiento sea efectivo debe atacar por todos estos frentes. "Por ejemplo, hay que entrenar de nuevo los circuitos neuronales que calculan las recompensas naturales: la de la comida, la de salir con amigos, la del sexo. Todos los aspectos de la recompensa natural que se volvieron disfuncionales en el adicto", señala el doctor Baler.

Lo mismo sucede con los circuitos relacionados con la voluntad (memoria, emociones, toma de decisiones). "Cada uno de estos aspectos relacionados con las funciones ejecutivas tiene que ser atacado de un modo distinto", dice Baler. Así, algunos pueden recibir tratamiento con fármacos; otros requerirán terapias cognitivo-conductuales o intervenciones motivacionales, entre otras terapias de eficacia probada en las personas adictas y que también suelen combinarse con fármacos. No obstante, añade Baler, "el mensaje importante es que la adicción conlleva el desajuste de muchos circuitos, y que para tratar al adicto deben tenerse en cuenta todas las disfunciones al mismo tiempo".

Por tanto, el tratamiento debe definirse según la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos. No se intenta resolver únicamente el problema bioquímico, sino considerar al individuo y su contexto: su familia y su lugar de trabajo. En definitiva, se requiere una terapia multidimensional que procure entrenar nuevamente un cerebro que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.
Como la diabetes, la adicción es crónica e incurable. Así, siempre se pueden sufrir recaídas. Pero la probabilidad de recuperación es similar a la de la diabetes y puede controlarse para mejorar la calidad de vida. En consecuencia, la recaída no debe considerarse como el fracaso del tratamiento; sólo indica que éste tiene que repetirse. La doctora Medina Mora señala que si entendemos que la adicción es una enfermedad y que la recaída forma parte de ella, un tratamiento exitoso no debe medirse sólo por la abstinencia, sino por la disminución de las recaídas, así como de su gravedad y duración. "Esto realmente mejora la condición de salud y los periodos de abstinencia incrementan la esperanza de vida".


El mejor enfoque: la prevención
Pero para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, así como un ambiente que no sea confiable para los chicos y, desde luego, un entorno de violencia. "Deben evitarse esas actividades desafiantes, o de franca delincuencia", pues son factores de muy alto riesgo. Baler añade que no es cuestión de magia. "Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias".
Y la doctora Medina Mora agrega que "tenemos que trabajar para que se deje de vender alcohol a los adolescentes", lo que sucede incluso en tiendas establecidas que funcionan las 24 horas. También hay que frenar la disponibilidad de inhalables y de cigarros sueltos. Proteger a los adolescentes de las drogas es fundamental, "pues toda la evidencia de salud pública nos habla de un riesgo mayor" en la adolescencia. Al documentar tanto la investigación que ha realizado la doctora Nora Volkow como la que ha financiado el Instituto Nacional de Psiquiatría se encontraron todos los elementos que definen la adicción como una enfermedad tratable. Ahora la política pública debe reunir esta evidencia científica, compartirla con la población y convertirla en una convicción social.

Más información

•www.drugabuse.gov/es/información-sobre-drogas
•Ruiz Loyola Benjamín, ¿Cómo ves? Las drogas, Col. ¿Cómo ves?, No. 3, UNAM, México, 2002

En mi  muy humilde punto de vista:
No todas las adicciones se generan por sustancias químicas y/o naturales. También podemos hablar de adicción a actividades, como el  ejercicio, las mascotas, algún modo de vida o estilo de vida, o peor aún, movimiento urbano. El cerebro en una maquinaria perfecta capaz de generar impulsos  para hacer adicción a cualquier cosa de índole física, espiritual o del universo, como adicción a mira hacia el cielo, las estrellas, la luna etc.
Un cerebro adicto es sano solo que hay adicciones buenas y adicciones malas, y en último de los aspectos en exceso todas las adicciones son malas.


Inteligencia Artificial

Inteligencia artificial


El ser humano en su búsqueda por entender la naturaleza que le rodea y de la cual es parte, ha desarrollado su conocimiento a través de la ciencia y con la aplicación de la misma ha desarrollado la tecnología con distintos propósitos dotando a sus artefactos de funciones cada vez más complejas y similares a la inteligencia humana y si aún le falta mucho camino por recorrer, no hay duda que superara las limitantes técnicas que ahora existen.
Es impresionante el avance tecnológico que la humanidad ha experimentado en los últimos dos siglos, encuentra su expresión mas acabada y compleja en la invención de las computadoras, las  “maquinas que piensan”. Desde hace algún tiempo algunos expertos han sostenido que las computadoras serán poseedoras de capacidades y habilidades similares  a las de los seres humanos.
La rapidez y la asombrosa complejidad de la computadora ya no son un secreto para nadie, sin embargo sus mas profundas implicaciones es conocida solo por un número muy limitado de especialistas. Con  mucha mayor frecuencia que antes, expertos de varias disciplinas se preguntan: ¿puede una maquina pensar?, ¿de experimentar emociones?, ¿existirá algo parecido a la mente humana en una computadora algún día?
Desarrollo








La palabra robot, acuña en 1921 por el escritor checo Karel Capet, ya ha dejado de ser sinónimo de androides metálicos que van moviendo sus brazos como tentáculos, mientras avanzan sobre sus rueditas por el planeta de las Amazonas Sicodélicas. Los robots serán parte de nuestra vida cotidiana.

En el siglo XX, el ser humano intenta crear IA, que nos sean útiles y podamos interactuar con ellos de una forma cercana, casi natural, por eso se desea poner un cerebro artificial dentro de un cuerpo que imite lo mejor posible al nuestro.

¿Qué es la IA?
La  Inteligencia Artificial (IA), agrupa un conjunto de técnicas que, mediante circuitos electrónicos y programas avanzados de computadora, busca imitar procedimientos similares a los procesos inductivos y deductivos del cerebro humano. Se basa en la investigación de las redes neuronales humanas y, a partir de ahí, busca copiar electrónicamente el funcionamiento del cerebro.

Una rede neuronal artificial es un modelo de pensamientos de información que es inspirado por el modo de un sistema nervioso biológico, tal como el cerebro procesa información. El elemento clave de este paradigma es la estructura original del sistema de procesamiento de información. Este se compone de un gran número de elementos interconectados procesando “neuronas” y trabajando en armonía para resolver problemas específicos.


El avance en la investigación de las redes neuronales va ganando terreno a una velocidad espectacular. Desde sus orígenes la IA se relaciono con juegos como el ajedrez y las damas, probablemente debido a que los juegos de mesa constituyen modelos de situaciones reales en las que hay que calcular, solucionar problemas, tomar decisiones, corregir errores, recordar, etc.
¿Hacia dónde va?
La simulación que se hace en la IA ha intentado reproducir algunas de las características inteligentes de los seres humanos. Estas reproducciones han buscado abiertamente la similitud entre una computadora y los seres humanos.
El objetivo de la Inteligencia Artificial (IA) es el entender la naturaleza de la inteligencia humana a través del diseño de sistemas computacionales que la exhiban. No existe todavía un criterio preciso con el cual distinguir cuándo un sistema computacional es un sistema de IA, pero el acuerdo general es que cualquier máquina que desempeñe una función mental que tendría que ser realizada por una inteligencia humana es un ejemplo de IA.


Se espera que en poco tiempo, las computadoras imiten el funcionamiento de nuestro cerebro, por lo tanto ya no tendrán un gran procesador, sino miles de pequeños procesadores totalmente interconectados entre sí, lo que permitirá la maravillosa capacidad de aprender a través de experiencias recogidas por los “sentidos” de la máquina. Quizá ya no sean necesarios los monitores; unos anteojos inalámbricos de realidad virtual nos mostrarán cómo va quedando nuestro texto. Los teclados también serán tan obsoletos, los estudiantes tendrán cada vez más clases virtuales en las que accederán directamente a los bancos de información de la universidad y se comunicarán con sus maestros sólo para resolver dudas o exámenes.
Otra propiedad que se espera ver asociada a la IA es la autoconciencia, por lo tanto la autoconciencia contribuye en cierto sentido a impedir el proceso mental eficiente; pero por otro lado es de gran importancia poder tener conocimiento sobre nuestras propias capacidades y limitaciones siendo esto de gran ayuda para el funcionamiento de la inteligencia tanto de la maquina como de ser humano. Una ventaja de esta tecnología el alto costo que se requiere para desarrollar la IA, que se agrave aún más el problema del desempleo; que se transformen radicalmente los conceptos de ocio y tiempo libre; que cambien las relaciones laborales entre patrones y trabajadores; que haya una revolución aún mayor en cuanto al acceso a la información y que se agudicen las diferencias entre países hacedores de tecnología y de aquellos históricamente dependientes.
Si por el contrario, el desarrollo tecnológico de la IA se utiliza para lograr que todos en este planeta logremos un mejor nivel de vida en estricta relación con el medio ambiente, tal artificio será realmente inteligente. Sus logros y avances han sido tan importantes que, en unos cuantos años, las teorías sobre inteligencia y sus fenómenos relacionados serán literalmente incomprensibles para el que no este familiarizado con el desarrollo teórico, los métodos y los logros de la IA.
La IA es la tecnología que cambia al paso de los años, ya que el deseo por alcanzar una inteligencia artificial biológica parece ser el sueño más persistente de la mente humana.

Conclusión
La AI ha explorado las distintas formas en que las computadoras podrían realizar las tareas que antes estaban reservadas a los seres humanos. El hecho de que aun no se haya conseguido reproducir un ser humano completo (o que eventualmente lo consiga) es de menor importancia que la evidencia de que ha mejorado nuestras habilidades para pensar y clarificar fenómenos de interés para la psicología y otras ramas de la ciencia.
Sin embargo, no sabemos a ciencia cierta cuál será el futuro de la humanidad, pero sí sabemos que indudablemente cambiarán las relaciones de producción y quizá de comunicación.


Reflexión
Hoy por hoy contamos con esta tecnología a nuestro alrededor simplemente desde los celulares, Tablet incluyendo los drones que ya forman parte de nuestra vida diaria o el uso constante de la internet, son solo un pequeño ejemplo de este descubrimiento que hasta hace algunos siglos atrás era solo un sueño o de ficción que existiera.
¿Por qué has elegido este tema?
Es muy interesante como fue que se desarrollo todo este concepto de la IA, ya que tenemos que estar familiarizados con este tema, porque todo cambia y cada día venos llegar tanta tecnología a nuestro alrededor, y como a poco está a nuestro alcance.
¿De dónde partiste para empezar a escribir?
Buscando referencias que me ayudaran a fundamentar mi escrito y decidí  adentrarme un poco más en este tema para que no me fuera difícil desarrollar la actividad acerca del tema a elección.
Referencias
Elguea  Javier.  (1987).  La inteligencia  artificial y  psicología: la  concepción contemporánea de la mente humana. ©ITAM Derechos Reservados.http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/estudio10/sec_17.html

Gómez Herrera, R. (2013). La inteligencias artificial. ¿Hacia donde nos lleva?¿Cómo ves?, N°.2, (Pp. 8-11). México: UNAM, recuperado el 13/04/15 de:

http://www.comoves.unam.mx/assets/revista/2/la-inteligencia-artificial-hacia-donde-nos-lleva.pdf

COMIC ERICSSON

hola buen dia:
aqui les dejo la direccion url  de mi comic
saluditos y exito.

ATTE:
Eric.
https://www.pixton.com/es/comic/x4983898